Como bien sabemos, el mundo de la educación está sometido a continuos cambios con respecto a la ley, por tanto para que la enseñanza funcione correctamente el profesor debe estar en formación continua, con el fin de proporcionar a su alumnado la mejor educación y transmisión de los valores y conocimientos necesarios para su desarrollo en la sociedad.
En los últimos años las nuevas tecnologías se han desarrollado rápidamente lo cual ha influido en todos los aspectos, incluida la educación, por lo que el profesorado debería adaptarse para poder introducirlo en la rutina de las clases.
Para ello, los centros educativos deben estar capacitados y adecuados tanto a nivel tecnológico como a nivel de la formación del profesorado.
Por tanto, no hay que dejarse llevar por las técnicas tradicionales que hoy en día siguen siendo usadas por muchos profesores sino que debemos innovar cada día para formar al alumnado lo mejor posible.
En nuestra opinión, para que dicho objetivo pueda ser llevado a cabo, debería estar impuesto por ley la realización de cursos obligatorios que permitan estar en formación continua a los profesores así como también debería existir una inspección periódica que confirmara que en todos los centros educativos se enseña por igual y con los mismos recursos tecnológicos.
Está claro que todo lo que hemos citado con anterioridad no sirve para nada si el profesor no cuenta con un dominio perfecto de la materia que le permita contestar a todas las preguntas que sus alumnos puedan formularle. Con esto nos referimos a aquellos profesores que al sacarlos del contexto del libro no saben cómo explicarse ni expresarse para resolver las dudas generadas por el alumnado.
Otro factor importante a la hora de enseñar es la motivación con la que cuenta el profesor, ya que cuanto más entusiasmo transmita al explicar su materia mayor será la aceptación y la curiosidad que despertaran los niños hacia ella.
Para que un profesor se encuentre a gusto en su trabajo se deben tener en cuenta los factores externos e internos que le rodean. Por ello, la comunicación y las relaciones entre los compañeros debe ser positiva así como el estado de ánimo con el que el profesor se enfrenta cada día a su alumnado. Estos son factores que influyen en la calidad de la enseñanza ya que está claro que si un profesor no se encuentra interiormente feliz y satisfecho es imposible que pueda transmitir positivismo y ganas de explorar a sus alumnos.
Con referencia a la relación profesor-alumno, consideramos que existen dos tipos de profesores; aquellos que solo se dedican a dar su clase sin importarle el éxito y la vida personal del alumno y aquellos que no sólo se dedican a dar sus clases sino que se preocupan además por los problemas y la formación de sus alumnos de cara a su futuro para que éstos puedan alcanzar sus objetivos con mayor facilidad.
En el mundo de la enseñanza, no solo el profesor es el responsable de la educación de los niños, sino que ésta debe ser reforzada y apoyada por los padres, ya que determina un papel muy importante en la formación.
Esto ocurre porque aunque el profesor le transmita valores y conocimientos al niño, si éstos no son reforzados por la familia la tarea de la plena educación resulta imposible ya que se supone que la mayor parte del día los niños se encuentran con sus padres y por tanto imitan sus conductas.
En general son muchos los factores tanto positivos como negativos que influyen en el desarrollo y ejecución de la profesión docente ya que muchos de ellos dependen del propio profesor y a veces éste no cuenta con los recursos necesarios para llevar a cabo su tarea.
Además en muchas ocasiones, el docente no cuenta con un respaldo en sus proyectos por el resto de la comunidad educativa.
Si entre todos pusiéramos un poco de nuestra parte, podríamos hacer que la profesión, tan importante, como es la del docente, pudiera llevarse a cabo de una forma más fácil, y obteniendo unos buenos resultados, tanto particulares, personales como generales y para toda la sociedad. Porque al fin y al cabo, las personas que conformamos esta sociedad hemos comenzado nuestra andanza gracias a la educación que nuestros profesores junto a nuestros padres nos han dado. Y creo que todos lo que deberíamos desear, y creo que es lo que buscamos en las aulas, son unos profesores que nos dejen huella. Profesores que recordemos siempre.
Pensamos que la educación tiene que ser algo de todos, desde las instituciones, el profesorado, los padres y el alumnado. Ya que al final nos repercute, de una forma y otra, a todos.
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